Esta, cuarta novela de Miguel Albero, es una ficción que reflexiona, pero no solo reflexiona, sobre la idea del mal en todas sus facetas. A la trama principal, que se desarrolla en nuestro días durante un veraneo familiar y en apariencia apacible en la isla de Menorca, se superpone el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco sobre el que el protagonista -un periodista en paro obsesionado con el mal, que, cuando tiene suerte, se ve obligado a trabajar como freelance- acepta escribir un artículo de encargo. En esas circunstancias es cuando sucede la tragedia que trastornará, a la vez que otras vidas, la del periodista que la presencia. ¿Por qué unos determinados males nos afectan y otros no? ¿Son las personas buenas o malas por naturaleza? ¿Por qué el mal tiene mejor prensa que el bien?... Estas son solo algunas de las muchas preguntas sobre el mal que esta novela plantea no por el mero gusto de plantearlas, sino porque son las que todos sufrimos en la vida cuando se nos presentan.