La insurrección de octubre de 1934 es quizá el acontecimiento de la Segunda República, después del golpe militar del 18 de julio de 1936, que más literatura ha ido acumulando en el decurso de las décadas. A pesar de esta profusión, hasta la fecha se carece de un estudio en profundidad del proceso seguido contra Francisco Largo Caballero. Tras su detención en la madrugada del 14 de octubre, el dirigente socialista fue acusado del delito de rebelión y, desde primera hora, el juez instructor le apuntó como máximo responsable del movimiento revolucionario. Con un itinerario procesal complejo y cambiante, la causa se prolongó durante trece meses hasta la sentencia absolutoria del Tribunal Supremo. Esta obra parte de un análisis minucioso del extenso expediente judicial, con el propósito de obtener respuestas sólidas a cuestiones como las condiciones en las que se desarrolló la instrucción, las estrategias de acusación y defensa, el papel de los principales protagonistas, los hechos probados durante el juicio o el sentido absolutorio de la sentencia.