Cerramos con el presente volumen la colección dedicada a las "Novelas contemporáneas" de Pérez Galdós. Unos textos escritos entre 1897 y 1915 que coinciden con su intensa dedicación al teatro y a las últimas series de "Episodios nacionales", unas obras en las que se siente el peso de la crisis finisecular, del agotamiento de la Restauración y se aprecia el empuje de los nuevos modelos estéticos simbolistas. Descubrimos entonces a un Galdós que quiere ser útil a la regeneración del país, que aborda cuestiones éticas que la sociedad de su tiempo no ha sabido resolver como el cambio social que supuso el capitalismo planteado en "El abuelo", el pernicioso poder de la Iglesia en "Casandra" o la inutilidad del sistema caciquil que subyace en "El caballero encantado". Del mismo modo, el escritor experimenta con las nuevas fórmulas artísticas que van enraizando en el resto de Europa y se adentra en el género de la novela dialogada, logrando dotar a su narrativa del sentido vivo y dramático que tiene la realidad, como bien señalaría Manuel Alvar. Si en "El abuelo", Galdós nos presenta a un noble arruinado y marginado por esa clase media que solo responde al compás del dinero, también nos hará testigos de su aprendizaje personal en el que descubre el amor como sostén de su vejez. Un paso adelante supone "El caballero encantado", pues se vale del método cervantino que mezcla lo fantástico y lo paródico para componer un cuadro de la compleja situación nacional, tendencia que mantendrá en "La razón de la sinrazón" a la hora de satirizar la sociedad capitalista frente a la alternativa del universo campesino. En definitiva, estas cuatro novelas nos revelan la última etapa del autor, un hombre que ha perdido la fe en el sistema pero confía en que se pueda salir adelante con tesón y orgullo. Nos encontramos, en fin, ante un Pérez Galdós viejo y ciego que, lejos de acomodarse en la postura de 'escritor de oficio', anhela superar la etiqueta realista y busca nuevas fórmulas artísticas capaces de interpretar los nuevos tiempos.