De un tiempo a esta parte, las tertulias que acogen las emisoras de radio y los canales de televisión han adquirido un peso creciente, y lamentable, en la configuración del debate político. A su amparo ha germinado una casta singularísima, la de los todólogos, que de todo saben y nunca se equivocan. Salta a la vista que las tertulias no constituyen un fenómeno improvisado: subordinadas a los intereses de poderosas empresas, han venido a ratificar, con notable eficacia, atávicas divisiones y jerarquías, al tiempo que han dado alas a un sinfín de simplificaciones y manipulaciones. Si en ellas despunta un pluralismo de circuito cerrado, la propuesta que emerge es siempre aberrantemente cortoplacista e impide cualquier cuestionamiento franco del sistema que se nos impone. Este libro, que es una versión actualizada, y muy ampliada, de un texto publicado años atrás, se interesa también por dos figuras estrechamente vinculadas con el mundo de las tertulias políticas: los intelectuales abducidos por ese sistema que se acaba de mencionar, por un lado, y los conversos, por el otro.