Del prólogo: "Entreteje fantasías, leyendas e historias verdaderas, y está escrito con sarcástica sabiduría narrativa, en una prosa elaborada y jovial. Como Borges o Calvino, Libertella es un escritor conceptual; no distingue crítica y ficción, escribe para pensar, entrevera lo que sabe con lo que sueña y postula una intensa poética de la literatura."