Junior, el hijo politoxicómano del exalcalde Roger Lobus, decide regresar a la ciudad de Sierpe cuando, tras sufrir una sobredosis que a punto está de acabar con su vida, se entera de que a su padre le han diagnosticado un cáncer terminal. Esta coincidencia de hechos, junto con la vieja obsesión de Junior por la cuestión de la muerte, le impulsará a retomar su maltrecha relación.
La novela narra los últimos días que ambos pasarán juntos en la aparente calma de una habitación de hospital, por donde asomarán, entre otros, un camarero ruso que odia a la gente maleducada, un psicópata aficionado a las artes marciales que acusa de todos sus problemas a Kurt Cobain, un gánster deforme propietario de una línea de perfumes o una banda terrorista cuyas siglas no respetan los derechos de propiedad intelectual.
Los últimos días de Roger Lobus expande el universo de Sierpe, la ciudad imaginaria en la que el autor recrea sus obras anteriores, y se acerca a uno de los temas recurrentes de la literatura universal: la muerte (o la muerte del padre), con una perspectiva sagaz e incómodamente divertida, alejada de la gravedad y trascendencia con la que habitualmente ha sido tratada.