Keith Lowe observó que en todo el mundo se derribaban monumentos como expresión de protesta política y comenzó a preguntarse qué es lo que dicen sobre nosotros hoy los monumentos construidos para conmemorar la Segunda Guerra Mundial. Centrándose en ellos, se adentra en la terrible contienda de 1939-1945 para indagar hasta qué punto está todavía presente entre nosotros.