Lo que más desea Enrique Ruiz - aparte de pagar el alguiler y de seguir comiendo cada día- es triunfar como actor. Pero de momento solo es un actor más bien discreto, algo madura para comenzar a despuntar y, desde luego, nada famoso. Sin embargo el azar, que todo lo puede y todo lo trastoca, le ofrece la oportunidad de representar el papel de su vida: es confundido con el asesino profesional que está sembrando el miedo y el esconcierto entre los destacados miembros de la magistratura española.
En su lugar, ¿qué haría usted? ¿Aceptaría el encargo de matar de nuevo o rompería el juego confesando su verdadera identidad? ¿Huiría con el anticipo cobrado por un trabajo aún sin realizar? ¿Acudiría a la policía para salvar a quien le ha encargado asesinar? ¿O cumpliría el encargo?