Tomar conciencia sobre nuestro cuerpo y la naturaleza, un retorno al interior del ser humano para, desde los sentimientos, actuar responsablemente.Vivimos en el Antropoceno, una época que nos obliga a tomar conciencia de los efectos que nuestro modo de vida provoca en el planeta y, por ende, a actuar responsablemente, entre otras cosas para paliar el cambio climático, uno de los grandes retos del presente. Sin embargo, hasta hace apenas dos décadas el mundo natural no desempeñaba un papel principal en la Historia sino uno meramente decorativo, como trasfondo ambiental en el cual se desarrollan las actividades humanas. Profundamente comprometido en introducir las condiciones atmosféricas en la definición de los espacios arquitectónicos, incluso en proyectar partiendo de esos parámetros, el arquitecto suizo Philippe Rahm realiza una aproximación a estas cuestiones medioambientales desde el climaticismo y la ecocrítica. Siguiendo la estela de Bruno Latour, Lawrence Buell, Karen Barad, Jane Bennett o Philippe Descola, Rahm traza una nueva cartografía emocional de cuestiones meteorológicas y climáticas con el fin de examinar la influencia de estos sujetos no humanos en nuestra cotidianeidad. Es hora de que la naturaleza y el clima sean plenamente reconsiderados en un esquema no antropocentrista. En Meteorología de los sentimientos Rahm apela a una nueva manera de escribir para expandir nuestra sensibilidad: «¿Se podría pintar un lienzo, no con colores visibles, sino con intensidades de radiación ultravioleta que produjeran determinadas sensaciones al recorrer los ojos el cuadro?»