La obra de Lordon se va a convertir en referencia obligada del pensamiento contemporáneo, pues ha sabido encontrar una de las teclas básicas de la acción humana en general y de la política en particular: los afectos. Y lo ha hecho evitando ese «giro emocional» contemporáneo al que hace referencia y que denuncia. El neoliberalismo adopta como una de sus estrategias políticas hacer mirar al sujeto hacia dentro de sí, para evitar que mire hacia afuera. El reto del análisis de los procesos de subjetivación, expresado de forma radical, consiste, por el contrario, en «guardar los afectos pero desembarazándose del sujeto», al menos en su concepción liberal y cartesiana. El estructuralismo de las pasiones es un nuevo intento de desentrañar las relaciones entre el sujeto y el mundo, pero con la virtud de teorizar un sujeto que es mundo y un mundo que se hace sujeto. Todo ello desde el ineludible compromiso con la diferencia subjetiva, propio de un enfoque materialista consecuente. Lordon ha abordado el tema de los afectos de manera exhaustiva en diferentes obras. Los afectos de la política hace especial hincapié en lo político. La société des affects y Capitalisme, désir et servitude complementan el análisis político con la ineludible aproximación a lo social. Los tres títulos constituyen una arquitectura teórica de primera magnitud que es de esperar esté pronto al alcance del lector en lengua castellana.