El retrato de una mujer joven cuya pasión por la vida, y la desesperación en la que se hunde cuando no puede seguir el camino que le marca su talento, quedan poderosamente expresados en esta novela, que es a la vez el retrato íntimo de la familia Joyce y del París de los años veinte y treinta, uno de los mayores momentos creativos de la historia contemporánea.