«Para educar a un niño hace falta la tribu entera, pero padres y docentes constituimos el equipo pedagógico básico de una sociedad.»
El objetivo de la educación es fomentar la inteligencia práctica. Los gurús del management insisten en la necesidad del talento, y hay profesionales que se dedican a buscarlo. La cuestión es cómo desarrollarlo en nuestros niños y niñas, y también en nosotros, pues es un hábito y, como todos los hábitos, es difícil de adquirir.
Asimismo, hay muchos tipos de inteligencias. Esta obra pretende ayudar a los más pequeños a descubrirlas. Cada uno de nosotros tiene fortalezas y debilidades, pero hay un «talento básico» que debemos intentar reforzar universalmente, y de éste trata sobre todo este libro. Nos referimos a la capacidad de saber qué hacer con nuestras destrezas y también con nuestras limitaciones para dirigir nuestra acción hacia una vida plena.