Mi poesía es el deseo inconsciente de reconocerme y aclarar mis ideas.
Obsesión de clamar y escuchar a mi alma confesa.
La verdad palpitante se descarna y mi ceguera me conduce hacia el oasis incierto e inseguro, pero de paz rebosante.
Abrazada al deseo de ser voz audible en el desierto, me apago bajo la lluvia indiferente de ser alguien.