La novela picaresca nace como género en el siglo XVI. En principio es un contrapunto "realista" de los libros de caballerías. Los rasgos propios de la novela picaresca son fijados por el Lazarillo: relato autobiográfico, orígenes deshonrosos del personaje principal, peregrinaje y sucesión de amos, etc. Mateo Alemán acentuó los caracteres de desfachatez del protagonista y estableció con su personaje Guzmán el prototipo de pícaro. Esta edición se ofrece como guía de lectura de una obra que fue concebida, emprendida y culminada como un compendio entre literatura y moralidad. Tiene gran cantidad de información y datos que explicarán mejor las tendencias narrativas de la época del auto.