Segunda edición revisada y anotada. El difunto Alfred Jarry, de Guillaume Apollinaire. Prólogo de Teresa Fernández y A. Fernández Molina. Traducción de Teresa Fernández, Gervasio Spaulding y Jesús H. Angulo. Epílogo de Fernando Arrabal. Notas de Obispo mágico y mercúrico. La Patafísica asienta su piedra capital en Gestas y opiniones del doctor Faustroll, patafísico. El propio Jarry anotó al final del manuscrito: Este libro no será publicado íntegramente hasta que el autor haya adquirido suficiente experiencia como para saborear las bellezas que contiene. Bajo la apariencia de una aventura marina, sin abandonar la dura tierra, emprendida por el oficial de justicia Panmuphle, el mono papión Bosse-de-Nage y del propio Faustroll, doctor en Patafísica, esta novela nos habla de lo importante y de lo imprescindible, de la eternidad y del arte, de la verdad y de todo lo demás. Patafísicos. Terráqueos que poseen el concepto más agudo y abstracto de la realidad más concreta. No son iluminados, incluso si gozan de iluminaciones, ni visionarios, aunque tengan visiones. Brillan por su invisibilidad circunstancial. Ferna