Ismael Ramos incendia su escritura. Más allá del vínculo evidente con el título de estos poemas, esa acción los empuja a tomar cuerpo, a destruirse. "Fuegos" se concibe plural -un libro en prosa, con personajes, tan poroso en su concepto de los géneros- en sus muchos caminos: nos habla sobre el hilo que une la memoria y la identidad, la familia como herida en el presente, el entorno rural como experiencia propia y no como postal ni paisaje sin figuras, la escritura que se entiende canto y que se entiende abismo, consciente de que el fuego aniquila y -al mismo tiempo- purifica.