La novela ganadora del XXV premio de novela corta Salvador García Aguilar de la ciudad de Rojales, escrita por Miguel J. Navarro Aljibe con un gran trabajo literario, pero de fácil lectura. Un viaje al pasado, a la memoria de toda una vida. No dice amor, ni siquiera cariño, porque papá no ha sido nunca de dar o recibir afecto, y menos en público, pero es que ya ni recuerda cuándo fue la última vez que se le acercó a darle un beso o simplemente la obsequió con una sonrisa. No lloró ni en el funeral, o al menos ella no lo vio. Sí pudo ver, en cambio, a un hombre entero, en el que la mirada inconmovible parecía habituada al duelo.