Las civilizaciones humanas nacieron ligadas a las ciudades y al sueño del poder de construir la ciudad ideal, aquella que se impusiera sobre el caos de la naturaleza y sobre el desorden de las pasiones humanas. László Földényi recrea el sueño de la ciudad ideal a lo largo de la historia y su destino inevitable: la ruina, la desaparición 'que se pasea como un espectro por la inmaculada perfección'.