En veinte años de escritura, no ha querido y no ha podido contravenir Antonio Moreno su temperamento poético, que huye del alarde retórico y de cualquier oscuridad innecesaria. Esta fidelidad para consigo mismo, que ha fraguado en verdaderos aciertos expresivos y que ha cavado en su poesía la hondura luminosa de la sencillez, constituye su naturaleza propia. (...) Metafísicas se titula uno de sus libros, pero la única metafísica que hallará en todos ellos el afortunado lector, lejos de remontarse a alturas ultramundanas, se ciñe a las raíces del mundo, a cada uno de sus asombrosos componentes, a sus emociones complementarias, para ver así que lo placentero y lo doloroso, lo bello y lo terrible no lograrían existir por separado y, por lo tanto, son expresión de un solo ser, el del hombre, el del universo.
Vicente Gallego