PROUST INÉDITO Estos ocho relatos excepcionales de un joven Marcel Proust han permanecido inéditos durante más de un siglo. Probablemente fueron víctimas de su propia censura, ya que la mayoría ponen en escena el deseo homosexual #un tema que ronda su obra maestra, En busca del tiempo perdido# con excesiva osadía.
Compilados en la década de 1950 por Bernard de Fallois, el mítico editor de Marcel Pagnol y Joël Dicker, y autor del ensayo Proust antes de Proust, que dedicó gran parte de su vida al estudio de la obra del escritor, estos cuentos suscitan múltiples lecturas. Como dice Alan Pauls en su prólogo: «Es esa hipersensibilidad hacia lo maleable, y la voluntad de seguirle la pista, siempre, no importa adónde nos lleve, la razón por la que estos relatos [...] nos capturan: leemos a Proust porque es nuestro contemporáneo». La crítica ha dicho...
«Proust sale del armario con ocho cuentos inéditos. [...] Es el gran acontecimiento de la rentrée. Son textos [...] con el inconfundible aroma decadente y sensual del crepúsculo del siglo XIX. Hay relatos policiacos, al estilo de Edgar Allan Poe, y uno que no desentonaría en una antología del género fantástico. En la manera de captar los movimientos del alma humana o en los esbozos de escenas y personajes se adivina el genio en estado de incubación.»
Marc Bassets, Babelia «Cien años después de su Premio Goncourt, el autor de En busca del tiempo perdido vuelve más fuerte que nunca. Proust es la verdadera estrella de la rentrée literaria.»
Michel Schneider, Le Point «¡Una verdadera cueva de Alí Babá! [...] Proust antes de Proust. Descubrimos géneros a los que nunca se volvió a enfrentar, como el cuento fantástico o la intriga policiaca. Un libro fenomenal.»
Luc Fraisse, Dernières Nouvelles d#Alsace «Los inicios de un escritor en busca de la perfección, ya con la idea de transformarlo todo en literatura. [...] Sus innumerables lectores se deleitarán con los primeros pasos de uno de los autores más importantes del siglo XX.»
Étienne de Montety, Le Figaro Littéraire «Una anticipación de numerosas páginas de En busca del tiempo perdido, y, sobre todo, un retrato del joven escritor.»
Libération «Qué placer descubrir a Proust en todos sus registros, que ya contaba en aquel momento con ese sentido único y cautivador del clasicismo de la frase. Y esa voluntad imperiosa de reproducir la esencia del instante.»
Marie Chaudey, La Vie