La magia existe. Es el lenguaje de intermediación entre el ser y el caos (la confusión absoluta, sin principio ni final, inefable) que envuelve la parcela de orden que percibimos sin dificultad y que hemos pactado llamar realidad. Son las intuiciones que nos permiten dialogar con lo incognoscible, con lo que se encuentra (todavía) al otro lado de la frontera que establecen los enunciados de la física. En diferentes momentos de la historia, tomando unos el testigo de otros, han emergido artistas-taumaturgos que se han adentrado en el diálogo entre el caos y la realidad a través de su obra. Los cabalistas de la tradición hebrea, el matemático y astrólogo John Dee, escritores como Arthur Machen, William S. Burroughs o Alan Moore, la pintora Remedios Varo o la polifacética Genesis Breyer P-Orridge han sublimado sus creaciones hasta convertirlas en auténticos hechizos o ceremonias mágicas capaces de transformar la realidad. El libro de las confusiones es un conjuro formulado en forma de ensayo, un texto que explora la relación entre la magia y la creación artística, y cuestiona los consensos y las falacias qu