Alguien se dedica a asesinar niñas en los ya no tan pacíficos parques de Estocolmo: las asesina después de
haber abusado de ellas. El inspector de policía Martin Beck tiene dos testigos: un insensible maleante que no piensa
hablar y un niño de tres años que no puede decir demasiado. Un thriller de ritmo implacable, que mezcla el más inhumano
de los crímenes con la humanidad de los hombres que deben resolverlos.