Cuando un veterano agente de la policía sueca muere asesinado en un hospital, el comisario Martin Beck cree
encontrarse ante un caso de fácil resolución. El cuerpo del difunto, que presenta profundas heridas de bayoneta, ha
debido ser el blanco de un maníaco que se ha ensañado a conciencia con su víctima. Los expeditivos métodos del agente
Nyman convierten a cualquiera que haya pasado por una de sus celdas en un potencial asesino en busca de venganza.