En los sesenta un joven empieza a trabajar como maestro en un pueblo del Périgord, una zona de grutas prehistóricas. Densa, llena de luces y arrebatos, esta novela convierte esa zona en el espacio de una pasión amorosa en carne viva. Yvonne, la bella salvaje, lleva en sí la quemadura del deseo, el misterio de la diferencia de los sexos: el origen del mundo.