Desde la impunidad en el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán en 1948, que impidió la democratización del país, hasta la presidencia de Álvaro Uribe, protagonizada por los terratenientes, los ganaderos, los narcoparamilitares y la intervención de Estados Unidos, se fue fortaleciendo una falsa democracia en Colombia para criminalizar a la oposición, bloquear la negociación con la guerrilla y aumentar constantemente las peores desigualdades sociales de América Latina. Uribe ha sido el único presidente en la historia del continente acusado simultáneamente de fraude electoral, de recibir ayuda del narcotráfico para su candidatura, de sobornar a parlamentarios para conseguir su reelección, de traición a la patria por poner las bases militares de Colombia al servicio de Estados Unidos, de convertir los servicios secretos en una policía política, de terrorismo de Estado en complicidad con los paramilitares y de violar la soberanía nacional de Venezuela y Ecuador. En esta obra, José Manuel Martín Medem intenta demostrar que en su doble mandato presidencial, con la ferocidad de la guerra contrainsurgente compartida con Estados Unidos, se condensaron las estrategias de terrorismo de Estado con las que los poderes económico, político y militar impusieron durante setenta años su modelo de apropiación de Colombia. Al impedir la Corte Constitucional una segunda reelección de Álvaro Uribe, el nuevo presidente, Juan Manuel Santos, decidió negociar con las FARC, de acuerdo con la Administración Obama, en el nuevo escenario de los gobiernos progresistas de América Latina. El Acuerdo de Paz quedó en la incertidumbre al ser rechazado en plebiscito.