Klemperer es uno de los primeros en señalar el cariz político del concepto de Weltliteratur. Una racionalidad compartida permitió a Klemperer enlazar su pensamiento liberal con la preocupación por la tradición cultural alemana en un marco europeo que se volvía crucial. El segundo ensayo es una de las primeras reflexiones sobre la manera de evitar un proceso como el que llevó al nazismo y sobre el papel de los intelectuales en una Alemania que tenía que asumir el terrible legado. Finalmente, se aproxima a la literatura comparada y al papel que tuvo el exilio en la filología en términos de distanciamiento y libertad. Estos ensayos ofrecen un nuevo atisbo sobre la significación intelectual de Klemperer, más allá de sus aportaciones como escritor de diarios -quizás el más grande entre los alemanes-- y analista brillante del lenguaje totalitario.