Rodolfo Franco es un forajido que entra para agitarnos. No queda títere con cabeza. Como poeta tiene algo de la actitud de un rapero. Son poemas goliárdicos. Pero no son sólo eso. Sería un error no ver más allá de esta estratagema con la que desarma al biempensante. Almanak es también erudito y lírico y lúdico y filosófico y religioso, aunque su religiosidad sea del todo pagana. Es un fruto híbrido: resume en la misma página literatura y diseño gráfico, astronomía y ocultismo, pornografía, cómics, antropología y física cuántica, señalética y rock 'n' roll...