Chema Heras relata en Abuelos la tierna historia de dos viejecitos, Manuel y Manuela, que aceptan con naturalidad las huellas de los años. Manuela es coqueta como una chiquilla y a Manuel le encanta bailar con ella. A través de una estructura acumulativa y un texto poético, Abuelos nos enseña a encontrar la belleza a través de los ojos del amor, nos muestra todo el cariño que puede existir cuando el cuerpo se marchita y nos descubre las ventajas de vivir con una sonrisa en los labios.
Premi Llibreter 2003.